Fiscalía pide seis años y medio de prisión para un vecino de Vigo acusado de abusar sexualmente de su hija discapacitada. Los abusos se habrían prolongado durante casi 20 años, ya que empezaron en 1996, cuando la víctima tenía 30 años, y fue en enero de 2015 cuando J.L. fue sorprendido por su esposa, madre de la mujer, cuando se disponía a entrar "semidesnudo" en su habitación, donde dormía la siesta.

El escrito de acusación recoge que los hechos son constitutivos de un delito continuado de "abusos sexuales con acceso carnal por vía vaginal y anal". Además de la petición de prisión, recoge la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que ésta frecuente, al igual que comunicarse con ella por cualquier medio, por tiempo superior en 1 año al de la duración de la pena de cárcel que le sea impuesta.

La previsión es que el juicio se celebre este miércoles 20 en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. El padre confesó todo ante el juez de guardia, se mostró "arrepentido" por los hechos y permanece en prisión provisional.

La Fiscalía constata que la víctima padece desde su nacimiento una minusvalía psíquica y física con un grado de discapacidad reconocido del 95 por ciento, además de un bajo coeficiente intelectual. El padre, según el escrito, se metía en la habitación cuando la hija dormía la siesta y, tras acostarse junto a ella en la cama, cometía los abusos sexuales.

"Estrés Postraumático"

El texto incide en que el acusado abusaba de su hija de forma "cotidiana" hasta el año 2013, cuando la minusválida fue trasladada a un centro residencial. El padre empezó entonces a cometer los abusos cuando ella volvía de visita los fines de semana.

La Fiscalía subraya la "alta vulnerabilidad" de la víctima, que presenta unas secuelas de estrés postraumático "muy grave" a causa de los abusos sufridos.