Un mosso d'esquadra, que llevaba casi un mes de baja psicológica, mató ayer con un arma de fuego a su exmujer y después se suicidó en su casa de Sant Feliu de Llobregat en Barcelona en presencia de una hija y una sobrina de la víctima. El hombre encerró a las niñas, de 7 y 12 años respectivamente, en un balcón desde el que pidieron auxilio momentos antes de producirse los disparos.

Los hecho tuvieron lugar en el domicilio de la víctima. Sobre las ochos de la mañana los Mossos recibieron un aviso que les alertaba de que se estaba produciendo una discusión en el domicilio. Cuando los agentes llegaron a la vivienda encontraron el cadáver de un hombre, de 45 años, y de una mujer, de 36, ambos españoles.

El mosso, que llevaba cerca de un mes de baja, y al parecer utilizó su arma reglamentaria que no la había sido retirada ya que tal medida se adopta cumplido el primer mes de baja. Las dos menores recibieron atención psicológica y quedaron a cargo de familiares. No había denuncias por malos tratos.