El juicio en la Audiencia viguesa contra el acusado de abusar de su hijo adoptivo quedó ayer visto para sentencia. La fiscal mantuvo su petición de 12 años de cárcel por las "vejaciones sexuales" que "soportó" el menor entre los 7 y los 10 años de edad: considera, como expusieron las peritos del Imelga, que el relato del niño es "creíble" y concluye que "no ganaba nada" con inventarse algo así. La defensa, mientras, solicitó la libre absolución de su cliente, que se declaró inocente, y de forma subsidiaria, en caso de condena, interesa la atenuante de dilaciones indebidas. La abogada estima que la acusación es "insostenible" y que sí existe "motivación espúrea" por parte de la madre del menor: "El objetivo de ella era no parar hasta quedarse con la vivienda familiar o hasta ver a mi cliente en la cárcel". Esta semana otro órgano judicial, el Juzgado de lo Penal 2, dictó sentencia absolviendo a este vigués de maltrato hacia su exmujer y madre del niño.

En la segunda y última sesión del juicio celebrada ayer, y de forma previa a los informes finales, declaró un psicólogo clínico que trató al menor, que nunca apreció síntomas de abusos, agregando que el niño nunca le refirió nada al respecto. Considera que estaba "instrumentalizado" por parte de su madre y refirió, entre otras cuestiones, que el pequeño le dijo que su progenitora le "prohibía" estar con el padre, con el que el niño inicialmente "tenía buena relación" y lo "defendía".

La fiscal en sus conclusiones refirió que ni este perito ni un orientador del colegio que también declaró apreciaron signos de abusos, si bien precisó que ello fue "porque nunca le pidieron que explorasen" esa cuestión en concreto. "La acusación es verosímil; el niño siempre cuenta lo mismo; no está acreditado el móvil del resentimiento", aseveró. La defensa mientras señaló que el menor "adoraba" a su padre y que los hechos denunciados "no son acordes con la realidad", incidiendo en las contradicciones del niño, la madre y su tío.