Un hombre de 53 años falleció la madrugada del sábado al atragantarse con un bocadillo. Pasaba de las cinco de la mañana cuando el hombre se encontraba con dos amigos en el Área de Servicio de Paredes, an la N-550 a su paso por Vilaboa para comer algo. Al intentar tragar uno de los bocados, el hombre terminó atragantado.

Rapidamente, avisaron urgencias médicas, pero a su llegada no pudieron hacer nada por reanimarlo. Hasta el lugar de los hechos también se trasladó la Guardia Civil.