"Hubo una explosión, empezó a salir humo y después todo había desaparecido", relata un testigo del incendio que ayer costó la vida a un bombero y dejó herido a otro en la calle Uría, en pleno corazón de Oviedo. Eloy Palacio, de 56 años, tenía el día libre pero el pavoroso incendio le hizo acudir a ayuda a sus compañeros bomberos y le cayó la estructura encima con las llamas ya sofocadas. Durante siete horas el fuego mantuvo en vilo a la ciudad.

Una simple chispa desencadenó el fuego que obligó a desalojar los edificios contiguos al siniestrado, en un caso similar al ocurrido en A Ferrería de Pontevedra. a principios de febrero. Numerosas tiendas del centro cerraron y varios bufetes de abogados sacaron a toda prisa sus papeles para no perderlos.