El juzgado de instrucción 15 de Sevilla ha acusado a los padres de una menor, de 10 años, por permitir que mantuviera relaciones sexuales con su novio de 18 años, al que la juez también acusa por un delito continuado de agresión sexual.

Según informa Diario de Sevilla, la juez imputa al novio al entender que mantuvo relaciones en varias ocasiones con la niña sin su consentimiento, según dijo la menor en el juzgado.

Esos contactos sexuales ocurrieron la primera vez en un descampado y el resto en el domicilio de los padres, por lo que la juez también los ha imputado porque considera que ambos tenían conocimiento de que su hija mantenía ese noviazgo y permitieron que ambos convivieran como pareja en el domicilio familiar y conociendo que tenían relaciones íntimas plenas.

El novio declaró en el juzgado que convivió dos o tres meses en la casa de la niña y admitió las relaciones sexuales, aunque dijo que pensaba que tenía 16 ó 17 años, mientras que los padres, él español y ella rumana, se acogieron a su derecho constitucional a no declarar cuando fueron citados.

La instructora mantiene abierta la investigación y todavía tiene que tomar declaración a varios testigos, entre ellos a la pediatra que recibió a la familia de la niña.

La visita a la médico se hizo en el verano de 2015 y la mujer le solicitó información sobre posibles métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual.

La doctora informó al juzgado en diciembre pasado después de que el padre le indicara que iba a denunciar al novio por haber abusado sexualmente de su hija.

Denuncia de la madre

La madre de la niña, por su parte, presentó una denuncia en la Guardia Civil en la que aseguraba que su hija había sido agredida sexualmente por un individuo que la había abordado con un cuchillo en plena calle.

Tras esa denuncia, el juzgado de instrucción que investiga el caso ha deducido testimonio contra la madre por denuncia falsa y simulación de delito.

Esta denuncia motivó la detención del supuesto "novio" de la niña, que fue imputado por un delito continuado de agresión sexual, si bien quedó en libertad tras prestar declaración ante los agentes de la Guardia Civil.

El joven añadió que rompió la relación con la menor cuando supo que tenía sólo 10 años, porque en su opinión la chica aparentaba tener 16 ó 17 años, una edad muy similar a la suya.

La niña aseguró, por su parte, que había mentido a sus padres, que éstos no sabían nada de las relaciones que mantuvo y en su lugar les contó -según ella porque tenía miedo- que la habían violado tras ser amenazada con un cuchillo.