El arma utilizada por el asesino suicida del taller de Vigo, José Blanco Crespo, Blas, en 2015 no ha podido ser relacionada con ningún otro delito anterior. La pistola con la que el delincuente redondelano descerrajó tres tiros a su antiguo colega Ángel Rodríguez Pereiro, uno de los "Gemelos" de Cabral, en el taller de coches que éste regentaba en Cambeses y con la que después se quitó la vida, fue enviada por la Policía Nacional a Madrid por si su estudio permitía esclarecer antiguos casos. Interesaba especialmente conocer si podía arrojar alguna luz sobre la desaparición de una pareja de Cabral cuyo coche fue hallado en el monte de A Risca tiroteado y calcinado en el año 2004. Un caso que sigue sin resolverse.

Blas fue uno de los investigados sin éxito en relación con la desaparición de Francisco Fernández Golpe y María Victoria Méndez. Eran amigos y Victoria era la madrina de la hija de Blas. La pista de aquella pareja, que tenía una empresa de venta de vehículos, se pierde el 3 de diciembre de 2004. Iban a irse de vacaciones al Pirineo, pero su coche apareció incendiado en un monte de O Porriño. En su casa los investigadores se encontraron con las maletas hechas y más de 700.000 euros. De ellos, ni rastro hasta hoy, si bien se presume que fueron asesinados.

Los Gemelos de Cabral y Blas formaban parte de un grupo de delincuentes considerados peligrosos por las fuerzas de seguridad en los años 90. Tráfico de drogas, especialmente heroína, con reiteradas entradas y salidas de prisión marcaron su relación. Pero los que habían sido grandes amigos acabaron enemistados y con deudas pendientes por las drogas.

Unas deudas que se saldaron a tiros en el taller mecánico de la Avenida de Ramón Nieto el 17 de abril de 2014. Blanco, que acababa de ser excarcelado tras pasar 4 años en prisión, creía que los Gemelos le habían delatado y, además, que le debían dinero de una operación que quedó a medias tras su arresto. Por eso acudió al taller de Cambeses y tras matar a Ángel Rodríguez Pereiro preguntó por el otro gemelo, considerado por las fuerzas de seguridad uno de los mayores traficantes de heroína de Vigo.

La pistola que usó para matar a su antiguo amigo y pegarse después un tiro, tenía borrado el número de serie y éste no ha podido recuperarse. Las pruebas de balística practicadas tampoco han permitido relacionar el arma con otras actuaciones criminales, en contra de lo que sospechaban inicialmente los investigadores que confiaban en poder esclarecer otros delitos a través del arma.

El crimen de Cambeses ha sido archivado judicialmente, ya que el autor del asesinato de Ángel Rodríguez, de 47 años, se pegó un tiro en el lugar del crimen y falleció días después en el hospital.