Un reciente robo en Francia -que llevó a la detención de un ciudadano serbio- y la cooperación internacional mediante el programa Prüm de intercambio de bases policiales de datos, ha permitido esclarecer quince años después el asalto que sufrieron las antiguas instalaciones de la multinacional de ropa deportiva Umbro en la calle del Muro en Redondela el 5 de mayo del año 2.000.

El robo de la nave de Redondela no llegó a resolverse porque no se identificó a sus autores. Pero uno de ellos dejó en el lugar del robo sus huellas dactilares y también restos biológicos de los que pudo extraerse el ADN. No estaba identificado pero la comisaría de Vigo incorporó estos datos a la base internacional. Hace unos días saltó la alerta cuando las autoridades francesas incorporaron a la misma base los datos del serbio arrestado. Su perfil biológico y las huellas dactilares se correspondían con el de uno de los asaltante de Redondela por lo que comunicaron a Vigo el arresto.

El caso parece ya claro. El robo en la nave de Umbro fue, como sospechaban los investigadores, obra de una banda kosovar itinerante de las muchas que se desplazaban en aquella época con asiduidad a Galicia y en concreto al sur de la provincia de Pontevedra. Dos de ellas fueron desarticuladas y varios de sus integrantes interceptados en Vilaboa y Ponteareas.

La comisaría viguesa ha comunicado al Juzgado de Instrucción 1 de Redondela, que en su día llevó las diligencias, la detencion del ciudadano serbio por las autoridades francesas. La magistrada tendrá que ver ahora si el delito, dado el tiempo transcurrido, ha prescrito o no. En caso de considerarse que que legalmente sigue activo se podría solicitar una comisión rogatoria e incluso la extradición del hombre, que ahora está identificado por los franceses que tienen toda su filiación.

El convenio de Prüm, firmado por siete países inicialmente y al que se han sumado otros cuatro en los últimos tiempos, persigue un aumento de la información entre los Estados miembros para conseguir mayor eficacia en la lucha contra el crimen transfronterizo, la lucha contra el terrorismo y la migración ilegal. Su finalidad es crear un marco de intercambio de datos personales para luchar conjuntamente contra los problemas anteriores. A grandes rasgos, el convenio prevé la creación de bases de datos con perfiles de ADN, huellas dactiloscópicas y matrículas de vehículos, que los Estados firmantes podrán consultar de forma recíproca. También se han incluido trazas de proyectiles e incluso marcas concretas de herramientas específicas que utilizan algunos grupos criminales en su modus operandi. La base de datos incluye tanto a personas ya identificadas como otras pendientes de identificar a través de restos biológicos recogidos.