Agentes del cuerpo especial de actividades subacuáticas de la Guardia Civil localizaron, minutos antes de las doce del mediodía de ayer, el cadáver del vilanovés Gonzalo Serantes Guillán, de 48 años, en la zona del pantalán del puerto de Carril, donde la tarde anterior se había sumergido para intentar rescatar el rizón que un amigo había perdido entre el muelle carrilexo y la isla de Cortegada. Culminó así un amplio operativo de búsqueda iniciado la noche del lunes, tras dar la voz de alerta la persona que le encargó la recogida de esta especie de ancla de tres uñas.

El cadáver no presentaba señales aparentes de violencia y fue encontrado en el fondo del mar en la misma zona donde se lanzó el lunes por la tarde, por lo que se barajan las hipótesis de que pudo quedar atrapado entre redes y aparejos viejos de pesca hundidos, o también que pudo haber sufrido un infarto o un corte de digestión. El resultado de la autopsia determinará la causa de la muerte.

Quienes conocían al fallecido indicaron que llevaba varios años en el paro, por lo que hacía trabajos esporádicos buscándose la vida como mariscador y ayudando en las tareas de uno de los parques de cultivo de bivalvos de Carril, propiedad del vilanovés Jorge Gabriel Outón Charlín.

En Carril comentaban ayer que fue el dueño de este parque el que llamó a Gonzalo Serantes para pedirle que recuperara del mar un rizón. Le acompañó hasta la zona y tras una primera inmersión a pulmón infructuosa, su amigo se fue a tomar un café mientras que el buzo volvía al mar. Gonzalo Serantes no regresó por lo que se inició su búsqueda.