Una dolorosa fecha. Hoy se cumple un año de la catástrofe aérea de Germanwings, un siniestro que se cobró la vida de las 150 personas que iban a bordo del avión que el copiloto Andreas Lubitz, con un largo historial de problemas psíquicos, estrelló de forma deliberada contra los Alpes franceses. El aparato cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, motivo por el cual gran parte de las víctimas eran españolas y alemanas. Con motivo de este aniversario ya comenzaron los actos en recuerdo de los fallecidos. Ayer se celebró un emotivo homenaje en el aeropuerto barcelonés de El Prat, donde las familias de las víctimas pidieron más controles para evitar en el futuro sucesos como el ocurrido hace un año. Al acto asistieron representantes institucionales de Cataluña y del Estado, y en él se propició ese primer encuentro y saludo oficial entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Ambos mantuvieron una breve conversación de cortesía antes de dirigirse con la comitiva institucional -se encontraban, entre muchos otros, la ministra Ana Pastor; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; o la delegada del Gobierno, Llanos de Luna- y con más de cien familiares de los fallecidos al sitio exacto del homenaje, frente al mural de Joan Miró.

El acto de homenaje sirvió para recordar a las víctimas del accidente que se produjo el 24 de marzo de 2015, cuando el copiloto del Airbus A320 Andreas Lubitz estrelló deliberadamente el avión. Posteriormente se supo que estuvo en tratamiento psiquiátrico. Desde un atril jalonado con tres mástiles con las banderas española, catalana y europea ondeando a media asta, Rajoy destacó la "colaboración" entre el Estado y la Generalitat en la gestión posterior al siniestro y reclamó el "compromiso de todos para evitar que se repitan tragedias" así. Puigdemont, mientras, afirmó que "fue una catástrofe evitable", por lo que hay que mejorar la seguridad, y proclamó que "la bondad siempre se impone a la maldad".

La presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo GWI 9525 que se estrelló en los Alpes franceses, Silvia Chaves, llamó a "mejorar las medidas de seguridad existentes" y lamentó que este homenaje coincida con una "semana trágica", tras el accidente de autocar en Freginals (Tarragona) el pasado fin de semana y los atentados terroristas del martes en Bruselas.

Y Francia conmemorará hoy el primer aniversario del accidente de Germanwings con una ceremonia que espera reunir a unos 600 familiares de los 150 fallecidos en el siniestro aéreo. El pueblo de Le Vernet, el punto habitado más cercano al lugar donde colisionó el A320, será epicentro de la celebración. La lectura de los nombres de las víctimas mortales ante la estela erigida en su memoria dará inicio a una jornada en la que a las 09.41 GMT, la hora exacta del impacto, se guardará un minuto de silencio. Unos 300 familiares y amigos de las víctimas españolas ya han viajado al país galo para acudir al acto.

Y familias de 34 víctimas formalizará una demanda colectiva de indemnización ante la Justicia de EE UU. La querella es contra la escuela de aviación de Lufthansa en Arizona donde el copiloto hizo parte de su formación.