Los Mossos d'Esquadra confirmaron ayer como principal hipótesis del accidente de autobús de Freginals (Tarragona) del domingo que el conductor, que sigue hospitalizado en estado crítico, se durmió o se despistó antes de dar un volantazo, y afirmaron además que las 13 estudiantes de Erasmus fallecidas viajaban sin cinturón.

En rueda de prensa, el comisario de Movilidad de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, explicó que la línea que cobra más fuerza es que el chófer, de 62 años, dio un volantazo ya que se quedó dormido o se distrajo por motivos que se investigan, tal vez porque algún pasajero le hizo algún comentario o porque miró su móvil.Por este motivo, han pedido información sobre el teléfono del conductor, para comprobar si lo utilizó antes del volantazo.Aunque las pesquisas se centran en un error humano, se mantienen aún todas las líneas abiertas,por lo que también se analiza si pudo haber un fallo mecánico, si se manipuló el tacógrafo o si el conductor estaba muy cansado.

Asimismo, se infirmó de que ninguna de las 13 estudiantes fallecidas llevaba el cinturón de seguridad puesto, mientras que en los supervivientes algunos sí que lo llevaban, pero no todos. Además, hay otros casos en los que no se puede comprobar, más allá de la declaración de los afectados, porque bajaron por su propio pie del vehículo.

Las víctimas mortales ya fueron identificadas científicamente, por lo que la juez autorizó la repatriación de diez de los cadáveres y prevé facilitar en las próximas horas la de las tres chicas que quedan. Y mientras, el conductor, al que los Mossos atribuyen 13 delitos de homicidio imprudente, sigue hospitalizado en estado crítico debido a las lesiones que se le detectaron horas después del accidente.