Con el rostro aparentemente descompuesto, cubierto con un sombrero, esquivando los puestos del mercadillo y en silencio. Así abandonó ayer los juzgados el conductor octogenario que el pasado sábado arrolló con un todoterreno a un pelotón de ciclistas en A Guarda causando la muerte de uno de ellos y siete heridos, cuatro de ellos muy graves. La juez de Instrucción 3 de Tui retiró el permiso de conducir de forma cautelar a Manuel Alonso, de 87 años de edad, (cumple 88 el próximo 4 de abril), quien reconoció que no le hicieron la prueba de agudeza visual cuando a finales de febrero pasó el examen psicotécnico y renovó el carné. Le dejó en libertad y mantiene su condición de investigado por un delito de homicidio imprudente y varios de lesiones. A lo largo de la instrucción se determinará si existió o no una omisión de socorro que él niega y justifica que se fue del lugar del siniestro a un restaurante próximo para pedir ayuda. Desde allí se avisó a las ambulancias y a las fuerzas de seguridad dando cuenta del siniestro.

El octogenario, según su abogado Carlos Borrás, respondió durante 45 minutos a todas las cuestiones planteadas sobre las circunstancias en que se produjo el accidente, incluidas las preguntas de Javier Puente, un letrado que se ha presentado como acusación particular en nombre de uno de los ciclistas heridos y que en los próximos días asumirá la representación de varios más.

Manuel Alonso mantuvo la misma versión de lo ocurrido que manifestó en su día a la Policía Local de A Guarda y a la Guardia Civil: ni sufrió un mareo, ni un despiste. Circulaba correctamente, a unos 60 kilómetros por hora, vio al grupo de ciclistas y al empezar a rebasarlos redujo la velocidad. Había adelantado a doce de ellos, que iban de dos en dos, y se encontró delante con el otro grupo que circulaba en "pelotón". Dos o tres de los deportistas, indicó, se echaron a la izquierda y no pudo evitar la colisión. Su representante legal indicó que el anciano "en absoluto circulaba con exceso de velocidad", y que "ni siquiera la Guardia Civil el preguntó sobre el tema.

De momento no están previstas nuevas pruebas a la espera del atestado de la Guardia Civil. Ayer sólo se aportó la declaración del conductor, la del responsable del restaurante en el que pidió ayuda, y varias fotos del todoterreno destrozado tras el impacto. Oficialmente se desconocen los testimonios de los heridos y de los supervivientes, así como de cualquier otro testigo pues no están incorporados a la causa.

La declaración judicial del conductor ha indignado a los ciclistas heridos y a sus familias, que ayer dejaban muy claro que los deportistas circulaban a 36 kilómetros por hora y el todoterreno a más de 100. El abogado Javier Puente señaló tras el interrogatorio que el anciano no mostró arrepentimiento alguno ante la juez y que su versión sobre lo ocurrido es totalmente contradictoria con la realidad de los hechos.

"No puede ser que rebasara a doce ciclistas y atropellara a los ocho de delante, cuando desgraciadamente el fallecido iba a la cola del pelotón, era de los últimos", indica el abogado. También alude al testimonio de dos deportistas que se quedaron atrás porque habían parado y vieron lo ocurrido: "Circulaba a más de 100 kilómetros y aportaremos testigos, pues hay conductores a los que rebasó". Indica que ni el coche ni el seguro están a nombre del conductor "tal vez porque nadie aseguraría a un anciano de casi 88 años", y pedirá la declaración de quien le hizo el examen psicotécnico par a ver qué pruebas se realizaron, en qué condiciones y los resultados.