Barcos que realizaban respostajes a pesar de que en ese momento no estaban en puerto. Camiones que tenían el don de la ubicuidad y que estaban en dos lugares al mismo tiempo. Firmas que acreditaban entregas de carburante bonificado de personas que se encontraban de vacaciones o de permiso. Camiones que circulaban con un 44% más de carburante de lo que deberían llevar... Estas son solo algunas de las "irregularidades" o "inconsistencias" que detectó la Agencia Tributaria en las relaciones de las empresas investigadas en fraude del gasoil y que destapó una supuesta defraudación a las arcas públicas de unos 20 millones en impuestos de los carburantes. El juicio sigue en la Audiencia de Pontevedra y uno de los testigos de ayer fue el técnico de la Agencia Tributaria encargado de coordinar la investigación.