Tras excavar hasta cuatro metros de profundidad en el solar donde estaba la casa en la que supuestamente estuvo retenida la asturiana Trinidad Suardíaz y Suero y su hija de año y medio, en la localidad leonesa de Matadeón de los Oteros, la Policía no halló restos de sus cuerpos. Sólo una vasija, fragmentos de botellas, vidrios, cemento y ropa que no aportan luz al caso de su desaparición hace treinta años. La casa había sido adquirida por su marido, que vive en Portugal.