El dolor por la pérdida de José Antonio Casás Pérez, el ciclista de Nigrán fallecido el sábado en el brutal atropello de A Guarda, embarga a toda la comarca miñorana. Sus familiares recibieron ayer innumerables muestras de solidaridad en el tanatorio del Miñor, en Sabarís (Baiona), donde velaban sus restos mortales.

La única víctima del accidente, conocido como "Ñito" en su entorno, deja esposa y una hija, además de decenas de amistades, muchas forjadas a través de su gran afición, el deporte. Regentaba una pequeña empresa de instalaciones eléctricas en la parroquia nigranense de Parada, donde residía con su familia.

Su funeral tendrá lugar hoy en la iglesia de Santiago de Parada. La comitiva fúnebre partirá a las 18.30 horas de la sala de velaciones de Sabarís hacia el citado templo, donde se oficiarán las exequias de cuerpo presente. Después, sus restos se trasladarán a Vigomemorial, donde serán incinerados en la intimidad familiar.