La adicción a las nuevas tecnologías llevada al extremo. Un hombre chino ha sido condenado a tres años de prisión por haber intentado vender a su hija recién nacida por internet. ¿El motivo? Quería comprarse el último modelo de iPhone.

Residente en Tong'an, la provincia de Fujian, al sureste de China, el individuo encontró un comprador para su bebé eb la red social QQ. El interesado ofreció 3.000 euros y entregó a su hija a un completo desconocido.

Al parecer, el hombre acabó arrepintiéndose de su acción y decidió entregarse a la policía. Sin embargo, su mujer, que consintió en todo momento la venta, intentó huir. Finalmente pudo ser detenida por las autorides policiales.