Penas que suman 17 años y 8 meses de prisión. Esta es la condena que solicita la Fiscalía para un vigués acusado de tres atracos el mismo día en Porriño y Vigo tras robar un coche Opel Corsa que tenía las llaves puestas en la calle Barcelona de la ciudad olívica. Ese mismo día fue detenido tras una espectacular persecución entre Vigo y Pontevedra, en la que no dudó en circular a 150 kilómetros por hora -incluso por dirección prohibida- y trató de embestir los siete vehículos policiales de Guardia Civil y Policía Nacional que intentaron cercarle. Finalmente se salió de la carretera al estrellarse con un coche patrulla de la Policía Local de Redondela y se fue contra un muro. Intentó huir a pie, pero los agentes le cortaron el paso. Oculto en el cinturón llevaba un cuchillo de 19 centímetros, y en el asiento del copiloto tenía una pistola simulada.

Los hechos del juicio previsto hoy en la sala de Penal 3 de Vigo tuvieron lugar el 15 de junio de 2015. El fiscal sostiene en su acusación que J.B.B. se puso al volante de un Opel Corsa, cuyo propietario dejó con las llaves puestas, en la calle Barcelona de Vigo sobre las 9.20 horas y comenzó a circular. Se dirigió a Porriño y sobre las 11.15 horas entró en la tienda Animales La Jungla. Se tapaba la cara con un pañuelo rojo y un gorro e intimidó con un cuchillo de grandes proporciones a la dueña. Se llevó 500 euros de la caja y antes de huir le dijo en tono amenazante que no avisara a nadie.

En el Opel Astra, siempre según el relato del Ministerio Público, volvió a Vigo sobre las 12.00 horas entró en un kiosko de la Travesía de Vigo. Cuchillo en mano y tapándose la cara exigió el dinero a la dueña. Se llevó 400 euros. A las diez de la noche, y con el mismo vehículo, reapareció en el restaurante de Teis Taberna O' Xe. En esta ocasión esgrimió una pistola de aire comprimido y se dirigió a los dos trabajadores exigiéndoles el dinero de la caja. Al comprobar que no había nada les pidió sus carteras y bolsos, y al decirle que no tenían se llevó el móvil de uno de ellos que estaba sobre la barra y un paquete de tabaco.

La alerta por este asalto y la descripción del vehículo fue inmediata. Una patrulla de la Policía Local de Redondela intentó detenerle con señales acústicas y luminosas, pero el conductor no hizo caso y comenzó la persecución. El fiscal sostiene que el acusado, un habitual de las persecuciones al volante aunque sin carné de conducir "prescindió de cualquier norma de cuidado sin importarle lo ocurriera con los demás usuarios de la vía", y circuló por la N-550 rebasando semáforos en rojo, por sentido contrario y cambiando de carril alcanzado los 150 kilómetros por hora, obligando a apartarse a otros conductores. Agentes de la Guardia Civil trataron de cerrarle el paso una primera vez en el cruce de Cangas, pero los desbordó circulando por el arcén. En un segundo control, en la calle Ramelleira, el conductor intentó esquivarlo con un volantazo y tras varios trompos chocó contra un coche patrulla e impactó a continuación con el muro de piedra de un inmueble.

El Ministerio Público le imputa dos delitos de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso, delito de hurto de uso de vehículo a motor, conducción temeraria y carecer de carné de conducir. Además le aplica las agravantes de multirreincidencia en delitos contra la seguridad vial y de disfraz en los robos con violencia.

Al ser detenido el acusado negó haber robado el coche porque tenía las llaves puestas y admitió la conducción temeraria aunque apostilló: "pero los que me perseguían también".