Cuando se cumplen siete meses de la trágica muerte de las pequeñas Amaya y Candela, de 4 y 9 años, la Fiscalía de Pontevedra confía en que el próximo mes de marzo resulte clave para impulsar la instrucción del caso del doble crimen de Moraña. Según el fiscal del caso, Alejandro Pazos, la investigación está a la espera de que se emitan los últimos informes encargados a los forenses y especialistas del Instituto de Toxicología antes de que pueda continuar avanzando.

El Ministerio Público está empeñado en intentar agilizar al máximo esta causa. Se trata de un asunto que por sus especiales circunstancias, al tratarse las víctimas de dos menores, no quieren que se demore en el tiempo y confían en que en breve puedan dar un paso de gigante en la instrucción. Una vez que estos informes de Toxicología estén listos, el fiscal anuncia que estará en condiciones de pedir al juzgado que se celebre una vista en la que concretará la imputación que realiza contra el principal acusado, el padre de las dos pequeñas, David Oubel. Una vista que está prevista en la ley del jurado (cabe recordar que el presunto parricida de Moraña será juzgado por un tribunal popular) y a la que deberá asistir el acusado, que permanece en prisión desde el 1 de agosto. Pazos confía que esta comparecencia pueda tener lugar en marzo. La acusación pública espera que el juicio pueda celebrarse en el primer semestre de 2017.