La Audiencia Provincial de Pontevedra ha revocado el procesamiento de E.D.E., uno de los cuatro sindicalistas del naval de Vigo que fueron acusados de la brutal agresión que sufrieron dos porteros de nacionalidad búlgara de un club de alterne de Mos la madrugada del 24 de diciembre de 2010, hace ya más de cinco años. La Sección Segunda estima el recurso presentado por el abogado defensor de este hombre y deja así "sin efecto" la decisión que sobre él había adoptado la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Porriño. En la causa, por tanto, sólo irán a juicio los otros tres procesados: F.J.V.V., presunto autor material de las cuchilladas, puñetazos y patadas a las víctimas; y A.E.F.M. y J.A.F.V., que fueron quienes supuestamente "sujetaron" e "inmovilizaron" a los porteros mientras el otro los atacaba.

La Audiencia revoca el procesamiento de E.D.E. -que estaba en el lugar pero no participó en la agresión- al estimar que con la "lectura" de sendas resoluciones judiciales dictadas por el juzgado instructor "la imprescindible imputación formal del juicio de probabilidad de la comisión de los hechos delictivos o, si se quiere, la implicación en estos del ahora apelante, resulta de una generalidad e inconsistencia que no resiste el estándar mínimo que debe sustentar un auto de procesamiento en su contra". Añade la sala que uno de los heridos incluso llegó a "exculpar" a este hombre cuando declaró que de los cuatro imputados "sólo lo agredieran tres", identificándolo en una fotografía como el que no había intervenido en el altercado.

Y concluyen los magistrados: "El hecho de que fuese con los otros tres procesados hasta el lugar, permaneciese en el mismo durante los hechos y luego se ausentase con aquellos no constituye, en ausencia de cualquier otro dato o circunstancia, un mínimo indicio de criminalidad en que se pueda fundar su procesamiento".

Pablo Ulfe, abogado del exculpado, reflejó su satisfacción por esta decisión de la Audiencia "de apartar del procedimiento penal" a su cliente, acogiendo, destacó, los razonamientos que expuso en el recurso de apelación.

Tras aquella agresión, uno de los porteros estuvo casi seis meses hospitalizado por las cuchilladas que recibió. Como secuela le quedó una lesión cerebral. El otro herido, que recibió puñetazos, patadas y lesiones por arma blanca, permaneció cuatro días en un centro sanitario.