Segundo día consecutivo de diluvio. Y segundo día en el que las intensas y persistentes lluvias provocaron un sinfín de incidencias en la comarca de Vigo y en otros puntos de la provincia pontevedresa. El río Lagares se desbordó a la altura de Samil en la ciudad olívica, donde, en Candeán y por riesgo de derrumbe, ocho vecinos tuvieron que abandonar sus hogares. En Redondela el río Maceiras causó de nuevo inundaciones, mientras una avalancha de lodo y rocas sepultó un tramo de la carretera N-555, afectando a viviendas y vehículos. La crecida del río Tea, en Ponteareas, obligó a evacuar en embarcaciones neumáticas a ocho personas. En Tui el río Miño también se desbordó y asimismo jugaron malas pasadas las crecidas del Muíños y el Miñor en Val Miñor. El temporal mantiene cortado el Corredor do Morrazo en el tramo entre el acceso en la rotonda de Domaio y el primer ramal de salida en San Lourenzo en sentido Vigo-Cangas: hubo nuevos desprendimientos y el cierre se mantendrá al menos hasta mañana. En otras localidades de la provincia la situación también fue caótica. En la comarca de Arousa destacó el espectacular desbordamiento del Umia, que dejó carreteras secundarias cortadas, así como bajos de viviendas, alpendres, almacenes agrícolas o restaurantes cubiertos por el agua. Es, reconocían los vecinos, una de las crecidas más impresionantes que recuerdan en años.

Las lluvias fueron muy fuertes. La localidad pontevedresa de Fornelos de Montes se puso a la cabeza de Galicia, al sumar, entre el viernes y ayer, lluvias acumuladas que superaron los 266 litros por metro cuadrado. En Vigo, en la estación del campus, la suma de los dos días alcanza los 214 litros, y en la del puerto, casi los 100. Unas cifras muy elevadas, como explicaban ayer en MeteoGalicia, que ponían como ejemplo para entender las dimensiones de las mismas que la alerta amarilla se activa cuando hay 40 litros acumulados en 12 horas.

En lo que a vientos se refiere -la Xunta alertó de temporal de viento en las cuatro provincias-, llegaron a ser superiores a los 130 kilómetros por hora en Manzaneda (Ourense). Para hoy, el Gobierno autonómico alertó que el temporal costero que afecta a Galicia subirá al nivel rojo en A Coruña -naranja en el resto-, donde se esperan olas de hasta ocho y nueve metros. Y llega el frío y la nieve: hay alerta de nivel naranja en las provincias de Ourense y Lugo, y amarillo en el interior de la provincia de Pontevedra.

A la espera del panorama de hoy, ayer las lluvias volvieron a ser protagonistas y cayeron de forma muy intensa en la provincia de Pontevedra, sobre todo en el interior. Entre las siete de la tarde del viernes y la mañana de ayer el 112 tenía registradas casi 70 incidencias en la provincia, sobre todo derrumbamientos de piedras y tierra en carreteras, como fue el caso de la N-555 en Redondela, el Corredor do Morrazo, la PO-10 en Pontevedra -el desplome sorprendió a una veintena de coches- o la vía rápida que une Pontevedra y Bueu. Los corrimientos de tierra también llegaron a viviendas y las inundaciones afectaron a vehículos y vías de circulación.

En otros puntos de Galicia, el río Sil arrasó la playa fluvial de San Clodio (Lugo) y el gran nivel del agua también afectó a las termas de Ourense, que quedaron cerradas por precaución.

¿Lloverá hoy? En Vigo y su zona el diluvio de estos días, afirma MeteoGalicia, se reducirá a chuvascos. Y mañana por la tarde, predicen, no habrá "ni una gota" de agua. El martes será un buen día: seco y estable. Y hasta ahí la tregua. El miércoles, avisan, llega otro frente. Hoy lloverá menos, pero llega el frío intenso. Caerá nieve por encima de los 500 metros.