No la mató. Miguel Ángel Muñoz Blas, el madrileño de 29 años detenido y encarcelado por la muerte en abril de 2015 de la peregrina norteamericana Denise Pikka Thiem, acudió ayer a los juzgados de Astorga para cambiar su primera declaración, en la que había reconocido el crimen. Ahora asegura que se autoinculpó debido al brutal acoso al que le sometieron los agentes de la Policía, que, según su abogado, Vicente Prieto García, llegaron a ponerle una pistola en la cabeza y le maltrataron psicológicamente y casi físicamente. Según su letrado, Miguel Ángel Muñoz, que fue detenido el pasado 11 de septiembre de ese mismo año en la terraza de un bar de Grandas de Salime, negó al principio que fuese el autor del crimen.

La declaración de ayer ante la juez del caso fue solicitada por el propio sospechoso, presumiblemente a instancias de su abogado, quien había dejado "en cuarentena" su autoinculpación y esperaba al momento oportuno para que el investigado ofreciese su versión definitiva de los hechos. "Él no la ha matado", aseguró el abogado.