Isabel Carrasco tuvo una muerte atroz, plenamente consciente. Al menos es lo que aseguraron ayer los forenses que realizaron la autopsia. La que fuera presidenta de la Diputación y del PP de León, recibió un primer disparo por la espalda, que ya era "mortal de necesidad", aunque no le causó la muerte de forma inmediata. La mujer trató de apoyarse sobre la barandilla de la pasarela sobre el río en la que fue sorprendida por Montserrat González -motivo por el que se encontró sangre en el pretil-, e intentó taparse la herida de la espalda con una mano, según el relato de los forenses. La asesina no sabía que aquel primer tiro ya había acabado con la vida de Isabel Carrasco y decidió rematarla cuando cayó al suelo.