El temporal de viento y lluvia que azota Galicia, con olas de 5 metros, obligó a suspender ayer las labores de búsqueda por mar de los dos marineros desaparecidos hace ocho días en las islas Cíes, Borja Alonso y Filipe Carvalho. Sus familias realizaron un último intento y el barco Camarón III, con base en Cangas, se hizo a la mar por la mañana para un último rastreo en la zona de Boeiro. El fuerte viento le obligó a regresar a puerto, según informó su patrón Juan José Comesaña. Julio Alonso, expatrón mayor de Vigo y padre de Borja, continuó la búsqueda con su hermano Juan y otros allegados por la costa, entre Cabo Estai y el Portiño, mientras que socios de la cofradía de Cangas lo hacían de Melide a Rodeira

"Solo nos queda esperar un golpe de suerte, que el viento sople hace dentro y que el mar nos los devuelva", lamentaba casi al anochecer Juan Alonso, tío de Borja. Un grupo de cerqueros saldrá hoy de Cangas si, como parece, el temporal da una tregua a última hora de la mañana.

"La familia está deseando que aparezcan para cerrar página. Sin cuerpo no hay defunción, según la legislación española y desgraciadamente por ellos no se puede hacer ya nada", lamentaba ayer Juan Alonso, tío de Borja. "En más sitios no hemos podido buscar porque el tiempo no nos deja. Habrá que esperar al procedimiento antiguo, que la naturaleza siga su curso y que a los 9 días salgan a flote. Otra cosa es donde pueden aparecer, desde Fisterra a Cíes. Es una lotería", apostilló.

El naufragio de la planeadora Látigo, desde la que los dos marineros pescaban lubina cerca Cíes, tuvo lugar el pasado sábado. El suceso movilizó numerosos medios de Salvamento, pero también a marineros, cofradías y submarinistas que se sumaron al operativo. "Tenemos que dar las gracias a todos los que se volcaron con nosotros, nos hemos sentido muy arropados", concluye Juan Alonso.