La compañía holandesa Smit Salvage comenzó ayer en el puerto de Bilbao el estudio de la carga -una decena de máquinas de obra pública y 3.600 toneladas de madera- y el estado del Modern Express para decidir cómo estabilizarlo, unos trabajos que serán "muy artesanales". Varios técnicos accedieron al buque, izados desde el muelle a la inclinada cubierta por grandes grúas.