Las muestras de duelo por la muerte de Alicia, de 17 meses, se sucedieron ayer, mientras que su presunto asesino, acusado de arrojarla por la ventana de un piso de Vitoria y de agredir también su madre, está ya en la cárcel. D.M., de 30 años, que en su Sevilla natal es conocido como Dani, ingresó en la prisión alavesa de Zaballa por decisión de la juez de Violencia de Género de Vitoria.

Sólo por el presunto asesinato de la bebé podría enfrentarse a pena de prisión permanente revisable tras la reforma del Código Penal: tendría que cumplir íntegramente entre 25 y 35 años de prisión y después se revisaría su condena. Pero la Fiscalía y la asociación Clara Campoamor, que ejercerá la acusación popular, pedirán penas añadidas por intento de homicidio a la madre de la niña y por los supuestos abusos que sufrió la pequeña antes de ser arrojada al vacío. Todo ocurrió cuando Gabriela, brasileña de 18 años, descubrió con horror que su pareja estaba haciendo tocamientos sexuales a su hija.