Un octogenario falleció ayer en el municipio coruñés de Carballo tras un incendio que obligó a desalojar todo el edificio en que vivía, según informó el 112. La propia víctima, que al parecer tenía problemas de movilidad, alertó a sobre 12.20 horas al 112 recibió, por lo que los bomberos pensaron inicialmente que había logrado salir del piso. En una segunda inspección encontraron al hombre, muerto, junto a su perro que también falleció.

La propietaria del cuarto piso manifestó que el fuego había empezado en la cocina de la vivienda, un dúplex, donde localizaron los restos calcinados del hombre y y su can.