El joven neonazi que en junio de 2014 grabó y difundió en las redes sociales una agresión racista cometida por un amigo, menor de edad, en el metro de Barcelona, aceptó ayer 2 años de cárcel, que no cumplirá si participa en cursos sobre derechos humanos y no comete más delitos en 3 años. El acusado, que ha pedido perdón a la víctima, un joven inmigrante de origen asiático, debe cerrar los perfiles de tinte neonazi que tiene en las redes sociales.