El presunto autor del doble crimen de Cuenca, Sergio Morate, confesó los hechos a los policías que el pasado septiembre lo trasladaron desde Madrid a Cuenca tras su extradición desde Rumanía, donde había sido detenido. A los agentes les relató que, tras acabar con la vida de su expareja Marina Okarynska y de la amiga de ésta Laura del Hoyo, introdujo a las fallecidas en un vehículo que le pidió a un amigo. En el trayecto que hizo para deshacerse de los cuerpos, paró a cenar mientras tenía los cadáveres en el coche, a la espera de que anocheciera para enterrarlos en el margen del río Huecar.

El Programa de Ana Rosa de Telecinco tuvo acceso al relato que Morate hizo a los agentes. Les contó que su intención era sólo matar a Marina y que lamentaba el crimen de Laura, pero que no se arrepentía. Precisamente, el juez del caso interrogó ayer al dueño del Seat Ibiza en el que el presunto homicida habría trasladado los cadáveres.