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Un sanguinario 'capo de capos' entre rejas

Los negocios en Galicia del "Chapo", el rey caído de la coca

El cártel de Sinaloa ha intentado sin éxito asentarse en España para expandirse a Europa, pero su coca ha entrado en alianza con clanes gallegos y colombianos -Un emisario fue detenido tras un viaje de negocios por Vigo y Ourense

Perú intervino 7,6 toneladas de coca que el cártel de Sinaloa iba a enviar a España en 2014. // FdV

El mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, el sanguinario jefe del cártel de Sinaloa que ha vuelto a ser capturado en su país tras una fuga de prisión que duró varios meses, intentó sin éxito abrir oficina propia en España para expandir su distribución de cocaína a toda Europa, aunque algunos de sus alijos si han llegado en alianza con organizaciones gallegas y colombianas. Pero sus contactos con clanes gallegos no pasaron desapercibidos para las fuerzas antidroga, que el 31 de agosto de 2014 detuvieron en el aeropuerto de Barajas a Jaime Antonio Mandujano tras pasar una semana de negocios en Galicia. Condenado en EEUU a cadena perpetua, la Agencia Antidroga Americana, DEA, lo reclamaba como mano derecha de "El Chapo" por haber gestionado el envío de más de 150 toneladas de cocaína entre 2004 y 2009 a Estados Unidos.

Mandujano, de 62 años y dedicado a negocios de pesca y exportación de atún como "tapadera" de su actividad en la ciudad mexicana de Mazatlán, donde residió su jefe durante parte del tiempo que estuvo en busca y captura, mantuvo entonces reuniones en ciudades como Vigo y Ourense con empresas del sector consideradas "limpias". Al ser arrestado aseguró que intentaba introducir sus cargas de atún en España de forma legal, si bien se sospecha que buscaba alternativas a los colombianos para descargar la droga con grupos gallegos. Apenas tres días antes de su arresto, en el puerto peruano de Trujillo se decomisaban 7,5 toneladas de cocaína que el cártel de Sinaloa iba a enviar a España en contenedores.

El viaje de Mandujano a Galicia tuvo lugar tres años después de que la Policía Nacional y el FBI frustraran el intento del cártel de Sinaloa de establecerse en Europa. En marzo de 2011 caían en Madrid Jesús Gutiérrez Guzmán, primo hermano de "El Chapo", Rafael Humberto Celaya, Samuel Zazueta y Jesús Gonzalo Palenzuela. Su misión era el primer intento serio de "El Chapo" de afincar su organización en España y se les intervino un alijo de prueba de 375 kilos de cocaína que entró en un contenedor por el puerto de Algeciras.

Otros alijos de droga que en los últimos años han llegado a las costas españolas tendrían sello mexicano. Como los 3.000 kilos de cocaína intervenidos en puertos de Buenos Aires y Brasil para la red atribuida al empresario de Mos, David Temes y al mexicano Nicolás Rivera, ambos pendientes de juicio en la Audiencia Nacional con el resto de la organización.

Los cárteles mexicanos han tenido poco éxito en los negocios con los clanes gallegos que se decantaron por los colombianos tras un inicio con organizaciones de ambos países sudamericanos. En la Operación Nécora el juez Baltasar Garzón dictó orden de búsqueda y captura contra los capos mundiales de la cocaína del momento por su relación con grandes narcos gallegos como Charlines, Sito Miñanco y demás encausados. El fiscal dirigía su querella contra el hondureño Juan Ramón Mata Ballesteros (condenado a cadena perpetua en EEUU) y cuya familia residió en A Coruña; su exsocio el mexicano Félix Gallardo, de quien "El Chapo" era lugarteniente aunque la detención de su jefe le llevó a crear el cártel de Sinaloa; Pablo Escobar Gaviria, ya fallecido y entonces jefe del cártel de Medellín y Fabio Ochoa Vázquez.

Con el tiempo los gallegos estrecharon alianzas con los grupos colombianos. Perdieron peso y pasaron a ser meros transportistas de la droga para su desembarco, por lo que los colombianos montaron "oficinas" en España. Es el caso del "Loco Barrera", de quien "El Chapo" fue aliado en ocasiones por lo que coincidieron en algunos transportes marítimos de cocaína o Diego Rastrojo y Javier Comba.

Con los jefes de los cárteles colombianos en prisión o fallecidos, sus sucesores lo tienen más difícil. El último informe de la DEA apunta nuevas relaciones comerciales entre paramilitares y FARC colombianas con los cárteles mexicanos para la distribución de la droga en EEUU. Para los expertos norteamericanos puede ser un ejemplo de la futura implantación de los mexicanos en Europa. El objetivo sería desplazar a los grupos colombianos, algo a lo que éstos no están dispuestos a aceptar y para lo que ya han dado algunos pasos. Si empezaron montando sus sedes en Madrid, ahora ya han establecido algunas en Galicia. Es el caso del grupo de Los Urabeños, que tenía abierta oficina en Vilagarcía como se descubrió hace un año al intervenir el alijo marítimo de 1.500 kilos de cocaína que iba a descargar en Galicia la red del cambadés Rafael Bugallo, "O Mulo", y el arresto de 20 personas.

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