El niño de 7 años hallado muerto el pasado día 5 en un piso de Girona, pero que había fallecido hacía más de un mes, no murió a manos de otra persona, según los primeros datos de la autopsia que le practicaron ayer. Por el momento, y debido también al avanzado estado de descomposición del cuerpo, todavía se desconoce la causa exacta de la muerte, si bien pudo tratarse de alguna enfermedad. Sus padres han sido detenidos por presunto delito de homicidio imprudente y pasarán hoy a disposición judicial, mientras que sus dos hermanos menores siguen tutelados por la Generalitat

Por otra parte, ayer se informó de que los Mossos d'Esquadra ya habían acudido el día de Nochevieja al dúplex del barrio de Sant Pau, donde residía la familia del menor, de nacionalidad estadounidense. La visita de la policía obedecía a que algún conocido de la familia se puso en contacto con el consulado americano para comunicar su preocupación porque desde hacía varias semanas no sabían nada de ellos y el hombre había dejado de acudir al trabajo.

Los mossos consiguieron hablar con el padre quien les dijo que todo estaba correcto y le instaron a a llamar al consulado, pero no detectaron que en el interior de la casa ocurriera nada anormal ni notaron el olor del cuerpo en descomposición. Está previsto que la madre y el padre, de 38 y 39 años respectivamente, pasen hoy a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Girona que lleva el caso. Los investigadores esperan que su declaración permita saber cuándo murió el pequeño y la causa de la muerte, así como por qué no comunicaron a nadie la defunción.