Los dos holandeses se desplazaron a Galicia a primeros de diciembre. Viajaban en un taxi y para llegar a Santiago de Compostela cruzaron la península, entrando en Galicia por Portugal. Tras ellos dejaban un derroche de dinero a base de pagos con billetes de 500 euros de su país.

En la capital gallega tampoco pasaron desapercibidos. Se alojaron en el Hostal de los Reyes Católicos, uno de los más exclusivos y en plena plaza del Obradoiro. En una mesa llena de billetes y a la vista de la gente, cerraron finalmente el trato con los británicos. Gary Williams acordó un pago de 500.000 euros por una primera entrega de la coca oculta en la nave de O Salnés. La escena de tantos billetes expuestos llamó la atención a los responsables del hotel que alertaron a la Policía. Pero los agentes antidroga seguían desde hacía meses la pista a la organización y el 14 de diciembre, con ocasión del primer transporte de 700 kilos de droga a Málaga apresaron a los transportistas y la resto de los presuntos miembros de la banda.

Tras dar con la nave donde se ocultaba la mayor parte del alijo, se procedió de forma simultánea a las detenciones en Santiago de los dos holandeses, y de los siete británicos en la Costa del Sol. La Operación Dulce sigue abierta mientras se investiga la trama gallega.