El 2015 ha sido un año negro para las carreteras de la provincia de Pontevedra, que rompen la media de siniestralidad vial tanto a nivel nacional como autonómico donde se han registrado menos víctimas mortales que en el ejercicio anterior. Tráfico ha cerrado el balance en vías interurbanas con un total de 1.126 fallecidos (seis menos que en el 2014), de los que 91 perdieron la vida en Galicia:19 menos que el año anterior que se cerró con 110 muertos. Las cifras son provisionales pues se refieren únicamente a los accidentes mortales en vías interurbanas y hasta las 24 horas de producirse el accidente.

A Coruña registró 35 fallecidos (nueve menos que en 2014), Lugo 17 (doce menos que el año anterior) y 7 en Ourense, frente a los 16 del 2014. Estos datos suponen el menor número de muertes en carretera desde el año 1960, primer año del que se tienen estadísticas , una tendencia a la baja que contrasta con los datos históricos del año 2.000 cuando fallecieron en Galicia 380 personas en accidentes de tráfico.

Preocupa en Galicia el incremento de accidentes cuyas víctimas mortales son motoristas, pues pasaron de 11 en el 2014 a 12 en el último año. El histórico de este tipo de accidentes, según explicó el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, varía sustancialmente dependiendo de la climatología, ya que el tiempo seco hace que circulen más motos y que, por tanto, aumente la probabilidad de que se produzcan accidentes,

En las vías interurbanas gallegas fallecieron también 13 peatones, lo que supone un descenso en el número de atropellos con respecto a años anteriores, ya que se contabilizaron 20 en el año 2011, 19 en 2012, 18 en 2013 y 17 en 2014.

En la siniestralidad de 2015 se ha constatado un incremento de accidentes en carreteras convencionales -ocho de cada diez víctimas mortales- y un mayor envejecimiento del parque móvil, pues la edad media de los vehículos implicados sigue creciendo, fijándose en 11,3 años para vehículos y 9,6 años para motocicletas, casi dos puntos por encima que en 2.104.

También influye en el incremento de accidentes mortales el aumento de consumo de drogas ilegales al volante y un reducido pero persistente número de usuarios que sigue sin utilizar elementos de seguridad como cinturones y cascos. Así, según la DGT, 175 fallecidos hubieran podido salvar su vida en caso de llevarlos.

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, manifestó ayer que el balance presenta "datos buenos que presentan una evidente mejoría respecto a ejercicios anteriores, pero no hablaremos de datos positivos hasta que alcancemos el objetivo de cero víctimas en siniestros de tráfico".

Y es que con estos resultados en vías interurbanas, España sigue manteniendo la tasa de mortalidad más baja de su historia y ocupa el quinto lugar de países en el mundo con mejor seguridad vial, según informó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al presentar el balance en Madrid. Dentro del ámbito europeo, España junto con Dinamarca y Reino Unido, son los únicos países de la Unión Europea que cierran 2015 con menos fallecidos de tráfico que en 2014.