Más de un centenar de incendios forestales permanecen activos en Cantabria y Asturias, mientras que en Navarra se logró estabilizar ayer el que afectaba a Arantza, después de reavivarse durante la madrugada, y en Vizcaya se controló el declarado en Berango.

Una inusual y dramática oleada de incendios forestales en pleno mes de diciembre afecta desde la pasada semana a la cornisa cantábrica y las labores de extinción ya se han cobrado la vida de un piloto de helicóptero en Asturias el pasado día 23.

Ayer el viento impidió volar a los hidroaviones por la mañana. Pero, por la tarde, amainó y llegaron las lluvias a Asturias, lo que favoreció la lucha contra el fuego. Además, la previsión meteorológica apunta la llegada de un frente por el oeste que podría ayudar a mitigar la situación.

El fuego había quemado hasta ayer en Cantabria más de 2.000 hectáreas de "altísimo valor ecológico". El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, lamentó la "catástrofe" y aseguró que el "99 por ciento" de estos incendios son provocados.