La Guardia Civil arrestó ayer al ladrón del Códice Calixtino, José Manuel Fernández Castiñeiras, en su domicilio de Sanxenxo durante la hora del almuerzo para proceder a su ingreso en prisión y que inicie así el cumplimiento de su condena de nueve años de cárcel, previsiblemente en A Lama. La detención se produce en torno a una semana después de que el Tribunal Supremo, al que había recurrido, determinase que es culpable de un delito continuado de robo (en el que el alto tribunal engloba la extracción de dinero de la catedral de Santiago y la sustracción del manuscrito medieval), por el que le condena a siete años, y de un delito de blanqueo, por el que le condena a dos años más, un total de 9 años.

El ingreso en prisión del exelectricista de la basílica compostelana se produce así prácticamente diez meses después de que la Sección Sexta de la Audiencia provincial le condenase, en principio, a diez años de cárcel, y después de que su defensa presentarse recurso ante el Supremo, que retrasó durante meses su encarcelación. Este tribunal finalmente rebajó la condena un año pero confirmó el resto de la sentencia. Así, mantiene la pena de seis meses para su esposa Remedios Nieto por blanqueo y la multa de 268.425 euros a cada miembro de la pareja, además de condenar a Castiñeiras a indemnizar a la catedral de Santiago con 2,4 millones de euros y 30.000 dólares.

La letrada de Castiñeiras, Carmen Ventoso, que confirmó a este diario la detención, critica que a su cliente no se le notificó todavía la sentencia del Supremo, pese a que su domicilio es conocido por la justicia. Ella tampoco fue notificada de la orden de ingreso en prisión de su patrocinado. Así, aludió a la anomalía que supone el arresto ayer de su cliente, ya que, explicó, el mandamiento debería trasladársele varios días antes para preparar su ingreso. La abogada anuncia que recurrirá estas decisiones.