Tres jóvenes de entre 18 y 22 años, dos de ellos españoles y otro portugués, murieron en un apeadero de Maia, en el norte de Portugal a escasos kilómetros de Oporto, tras ser arrollados por un tren cuando pintaban grafitis en el vagón de otro convoy que al parecer se había parado momentáneamente en la vía para recoger pasajeros. Uno de los fallecidos es un ciudadano luso de 18 años que residía en Senhora da Hora, en la vecina localidad de Matosinhos, y otro de ellos, de 20 años, es natural de Madrid, según informaba ayer el Jornal de Noticias en su página web, que concretaba que todavía no se había podido identificar a la tercera víctima.

El siniestro ocurría poco antes de las ocho y media de la tarde del lunes en el apeadero de Águas Santas. Vecinos relatan que los jóvenes "saltaron" a las vías después de que un tren que se dirigía a Oporto se detuviese en la estación -al parecer para facilitar la entrada y salida de pasajeros- con el objetivo de pintar grafitis en uno de los vagones. Los tres fallecidos fueron arrollados por otro convoy que circulaba por el sentido contrario -que hacía la línea entre Campanha y Regua- y que también entró en el apeadero. "Los cogió allí a los tres", cuenta un hombre, que concreta que en las proximidades de la estación había un Seat Ibiza de matrícula española aparcado, posiblemente el vehículo en el que se trasladaron los jóvenes hasta allí. Hasta el lugar se trasladaron los bomberos de Moreira de Maia, agentes de la Policía de Segurança Técnica (PSP) y los servicios sanitarios. La Policía investiga si con los fallecidos había otros dos jóvenes que se habrían fugado tras el siniestro mortal.

Los bomberos relataron que al llegar encontraron los cadáveres de dos de los jóvenes y que después vieron, "bastante alejado", el cuerpo del tercer fallecido. Al menos una de las víctimas todavía vivía y estaba en parada cardiorespiratoria cuando llegaron estos efectivos, pero pese a las maniobras de reanimación, ni ellos ni los sanitarios pudieron hacer ya nada por salvar su vida. El maquinista del tren que arrolló a los grafiteros, describen, estaba "muy nervioso" y "afectado" por lo ocurrido. "No pudo hacer nada por evitarlo", afirman otras fuentes.

Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Oporto para la autopsia. En la zona había botes de spray que pertenecían a los jóvenes. La investigación corre a cargo de la PSP, que se puso en contacto con las autoridades españolas para las labores de identificación de los cuerpos. "Proibido circular a pé pela linha", reza un cartel en el apeadero.