Una joven de 29 años falleció tras ser arrollada por un convoy de la línea 7 de Metrovalencia cuando caminaba por las vías en una zona vallada, a varios metros de la estación de San Isidro, y que no era un paso para los peatones. Fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) explicaron que la poca visibilidad que había a esa hora hizo que el maquinista "se la encontrara encima" y aunque frenó no pudo evitar golpearla por la espalda.