La investigación del brutal asesinato el pasado septiembre de la brasileña Divina Mendes en Vigo a manos de su expareja Diego Pedrido Abalde, que se entregó en comisaría, entra en una fase avanzada. Los forenses han presentado ya el informe adicional de autopsia solicitado por la juez de Violencia sobre la Mujer, que pedía que aclararan si hubo ensañamiento, es decir un sufrimiento excesivo e innecesario provocándole agonía.

Las conclusiones indican que la mujer tuvo efectivamente un "lapso de agonía" si bien, dados los numerosos traumatismos que presentaba en la cara, la autopsia no puede concluir si su sufrimiento fue "excesivo", entendiendo éste como ocurrido en tanto que la víctima se mantiene consciente hasta su muerte, ya que los forenses no pueden descartar que alguno de los primeros golpes recibidos dejase ya a Divina Mendes inconsciente.

Lo que si está claro es que la causa del fallecimiento fue de tipo mixto. Por un lado traumático, con numerosas patadas en la cara, y por otro asfíctico, ya que fue estrangulada, si bien no se puede precisar cuál de ellos prevalece sobre el otro "debido a la gran intensidad de ambos". De hecho, los expertos concluyen que "cada uno por separado podría haber causado la muerte sin necesitar los efectos sumatorios".

Así, el cuerpo de Divina presentaba traumas craneales de carácter leve/moderado sin repercusiones encefálicas; otros traumas faciales de gran intensidad, posiblemente patadas cuando estaba en el suelo; y finalmente lesiones cervicales por la acción de las manos de quien intentó estrangularla. Los forenses mantienen que desconocen la secuencia de estos hechos y si bien se tiende a pensar que las lesiones más graves son las últimas en producirse y es lo más probable, no siempre es correcto. Dadas las circunstancias consideran que el primero de cualquiera de los traumatismos faciales sufridos por la víctima, que son" varios y de gran contundencia", podrían haberla dejado sin conocimiento.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo también ha recibido el informe sobre los medicamentos localizados en casa de la víctima y sobre la ingesta de medicinas por parte de Diego Pedrido, quien declaró en el juzgado que horas antes del crimen Divina le suministró "cinco pastillas" que describió como "pequeñas y rosas" y que tenía que ingerir "poniéndolas bajo la lengua", para -según su versión- que durmiese porque ella lo veía inquieto. Su defensa creía que podía ser Tranquimazín y que pudo cometer el crimen completamente drogado.

Los forenses concluyen, a tenor de la lista de medicamentos aportados por el juzgado, que el Alprazolam es el único de los fármacos cuya función principal asienta sobre el sistema nervioso central. Apuntan que se trata de un depresor con efectos de relajación, disminución de la ansiedad y somnolencia y que "en raras ocasiones puede existir un efecto paradójico que conlleve intranquilidad, agresividad, delirios, ataques de ira, psicosis o alucinaciones".

En cuanto al historial clínico del presunto asesino, el informe del Imelga indica que no consta que tomase de forma habitual ninguno de los numerosos fármacos que había en el domicilio de la víctima, con quien había convivido si bien ella había puesto final a la relación. En la exploración realizada por los forenses al detenido el 9 de septiembre, tres días después del crimen, él negó el consumo habitual de fármacos. Los forenses lo encontraron "bien orientado en tiempo espacio y personas. No se aprecian alteraciones del curso y contenido del pensamiento. No refiere ideación delirante. Eutímico", con lo que "no se acredita en ese momento ninguno de los efectos excitantes que puedan tener estos medicamentos".

En la muestra de pelo tampoco se evidencia consumo habitual de benzodiacepinas ni drogas de abuso y, en la de orina, sólo un consumo reciente de alprazolam, "siendo compatible con tratamiento terapéutico".

Y mientras, el cadáver de la fallecida todavía no pudo ser repatriado a su país natal Brasil al demorarse los trámites burocráticos. La juez autorizó hace ya casi tres semanas el traslado del cuerpo a Goiás después de recibir el informe definitivo de la autopsia. Un hijo de Divina vive en Vigo y tiene otra hija asentada en Brasil.