Las defensas de los ocho acusados de secuestrar durante seis días a un empresario maderero de Cambre en 2014 intentan llegar a un pacto sobre la condena con la fiscal y el abogado de la víctima, José Ramón Sierra. De esta forma, evitarían el juicio. Por el momento, la vista oral, prevista para ayer, se aplazó hasta hoy debido a la indisposición de uno de los procesados, que acudió el lunes al hospital para solicitar asistencia médica.

"La sala de la Audiencia no sabe qué padece o qué enfermedad tiene. No lo sabe ni su letrado ni el espíritu santo", ironizó Sierra. Fuentes judiciales apuntan a que se trata de una "estrategia" para retrasar el juicio y ganar tiempo para alcanzar el ansiado acuerdo. Otro de los sospechosos renunció a su abogado. Si estas dos cuestiones no se solucionan, el tribunal aplazará hoy el juicio hasta el próximo año.