La Guardia Civil busca en la comarca de Arousa a un fugitivo, que a primera hora de la mañana de ayer se saltó un control rutinario en la carretera de Sanxenxo a Pontevedra. El conductor de un vehículo de alta gama -concretamente un BMW Serie 5 de color gris-, se evadió de un control de carretera de la Guardia Civil establecido en el lugar de A Seca, en Poio, huyendo a gran velocidad por la PO-308 en dirección a Pontevedra.

El automóvil fue seguido inicialmente por una patrulla de la Guardia Civil y al momento se articuló un dispositivo de localización del vehículo y sus dos ocupantes, que unos quince minutos después lograron burlar a sus perseguidores en la salida de la autopista AP-9 en Caldas de Reis, en dirección a Vilargarcía de Arousa. Antes, los fugitivos protagonizaron una espectacular huida por las inmediaciones de la ciudad de Pontevedra, seguidos por varias patrullas de la Guardia Civil con el apoyo del helicóptero Halcón de la Policía Nacional.

Tras su veloz carrera por la carretera de Poio a Pontevedra, los fugitivos entraron en la Autopista AP-9 a la altura del nudo de Bomberos, llegando a colisionar de forma leve con un coche camuflado de la Guardia Civil, que se incorporó a la persecución.

Tras este alcance, el BMW entró en la autopista incorporándose a la vía por la salida de Vigo y realizando un pequeño tramo en sentido contrario. Al poco el conductor se dio cuenta y giró sobre la propia calzada para ponerse en dirección a Caldas de Reis.

Encauzada la dirección hacia Santiago, el huido inició una carrera por la autopista hasta Caldas de Reis, para abandonar la AP-9 en la salida a Vilagarcía de Arousa. No habían pasado ni quince minutos del inicio de la persecución en A Seca, cuando se perdió la pista del vehículo en la parroquia de Saiar, en Caldas de Reis, donde la autopista tiene una salida.

A última hora de la tarde de ayer la Guardia Civil seguía buscando a los dos fugitivos, con una amplio dispositivo desplegado por las comarcas de O Salnés y Umia. Al mismo tiempo los agentes detenían a dos supuestos cómplices de los huidos, que circulaban en otro coche.

Según fuentes policiales forman parte de un grupo organizado de delincuentes, que se dedican a robar en viviendas y que últimamente venían actuando en la provincia de Pontevedra. En el vehículo en el que se detuvo a los supuestos cómplices se incautaron diversas herramientas y utensilios habitualmente empleados para cometer robos.

La Guardia Civil cree que se trata de una banda de delicuentes habituales, de nacionalidad española, que actúan por todo el país y que en los últimos meses habían cometido diferentes asaltos en viviendas de la provincia.