La confesión de doce de los 18 procesados, incluido el responsable de la trama, por el desembarco frustrado en Galicia de los 3.000 kilos de cocaína que transportaba el barco Riptide, apresado en al ta mar en mayo de 2013, llevó ayer al fiscal Antidroga de Pontevedra a rebajar casi a la mitad las petición de penas que solicitaba, aunque mantiene multas por importe de 1.600 millones de euros para todos excepto para uno de ellos, a quien se la deja en la mitad.

Luis Uriarte retiró la atribución de jefaturas en la organización contra los arousanos Marcos Vigo Fernández, que asumió su participación e implicó a José Luis Viñas Morgade y Antonio Carballa Magdalena, si bien los dos últimos se declaran inocentes y sus defensas sostienen que Vigo Fernández los utilizó como "escudos" en su viaje del 22 de mayo por el sur de la provincia de Pontevedra en busca de un barco que descargara la cocaína del Riptide tras averiarse el velero Pixapo que debía recogerla. "Vigo cogió un coche de un cliente de su taller y se llevó a los otros dos con la excusa de un tema de un coche para cubrirse y realizar sus otros negocios", reiteraron en la sala los dos letrados de la defensa de Viñas y Carballa

El fiscal, que inicialmente solicitaba penas de entre 17 y 21 años de prisión para cada uno de los procesados, dejó ayer durante las conclusiones finales su petición en condenas de entre 5 y 14 años. Pidió al tribunal que tenga en cuenta a quienes confesaron, frente a los que se encargaron de "obstruir" la causa ya que "el primer paso par ala reinserción es reconocer los hechos, confesar"

Uriarte retiró la atribución de jefatura de organización criminal a los tres arousanos considerados durante la investigación cabecillas de la trama, al considerar que hay tres grupos distintos -organizadores, intermediarios y quienes ponían el barco para recoger la droga- y considerar que no quedó probado que Marcos Vigo, Viñas y Morgade pudieran dar órdenes a otros grupos, si bien mantiene que se trata de una organización criminal, o en su caso un grupo criminal y aplica la atenuante de confesión a los 12 que asumieron sus culpas.

Marcos Vigo, que inicialmente afrontaba 21 años de prisión, se enfrenta ahora a 9, al igual que los tres tripulantes del velero Pixapo y los cinco del Rapanui. Estos últimos serán expulsados de España durante 10 años cuando accedan al tercer grado. Para Carballa Magdalena y Viñas Morgade, que se declaran inocentes, el fiscal pide 12 años de prisión al entender que está demostrada su participación como organizadores del desembarco, aparte de la confesión de Marcos Vigo., por aparecer en escena "cuando más caliente" se puso la cosa, al averiarse el velero "Pixapo" que debía ir por la droga del Riptide. Las mayores penas se piden para Francisco Javier Suárez Suárez, 13 años por reincidente, pues cumplía otra condena y llevaba una pulsera de localización; Jesús Iglesias Cumplido, 14 años (12 por narcotráfico y 2 por tenencia ilegal de armas); 12 años para Luis Miguel Iglesias y Nelson Beltrán Cejuela . La misma pena de prisión se solicita para Rodríguez Camesella, a quien aunque confesó su participación se le aplican las agravantes de reincidencia y tenencia ilícita de armas.

El más beneficiado es Rogelio Collado, el único para quien el Ministerio Público retira la autoría para considerarlo cómplice, de su jefe, Marcos Vigo, que se enfrenta a cinco años. El fiscal rechaza considerar cómplices, como pedían sus abogados, a José Manuel Rodríguez Camesella y a José Gregorio Hernández Rodríguez (9 años), notario del cártel colombiano.

Frente a la tesis de la Fiscalía de que "hay prueba de cargo suficiente con las escuchas y los seguimientos policiales para acreditar el escrito de acusación, independientemente de las confesiones" de varios de los implicados, las defensas de Viñas Morgade y Carballa Magdalena estiman lo contrario.

El letrado del primero ha cuestionado los "criterios de valoración" para no sentar en el banquillo de los acusados a parte de los detenidos inicialmente, caso del narco Vázquez Roma, y ha denunciado "sesgos y desviaciones" en la investigación, a la vez que incidió en los 9 años impustos a Vigo como adelantó en la primera sesión. Duda de la declaración de los policías y no ve pruebas de que Viñas conociera la operación, no siendo suficientes sus antecedentes para condenarle ahora. El abogado de Carballa, cree que en esta causa hay "truco y trato", porque "desaparecen" del auto de apertura de juicio oral Ramiro Vázquez Roma y Coralia Pardal "por arte de birlibirloque" y se "coloca" a otros dos supuestos cabecillas nuevos. Duda de la credibilidad de los agentes que hicieron los seguimientos ya que no plasmaron en atestados sus informes, y que hay que "coger con pinzas" la declaración "dirigida" y "pactada" de Marcos Vigo durante el juicio. En cuanto al mensaje que vincularía a su cliente con el notario del cártel, apunta que no se ha demsotrado que el tal "Goyo" por el que preguntan sea Gregorio Fernández:"Hay 7.000 en Google".