La Policía Nacional detuvo a última hora de la tarde de ayer a un joven de 28 años de edad que entró en el centro de salud de Coia de Vigo, concretamente en el Punto de Atención Continuada (PAC), e intimidó con "un cuchillo de cocina" a dos trabajadores, además de proferir amenazas de muerte. "Os voy a matar a todos", llegó a gritar. El individuo estaba muy alterado y los agentes que se trasladaron al lugar tras recibir la alerta por parte de personal de las instalaciones sanitarias tuvieron que realizar al menos dos disparos intimidatorios al aire al ver que no deponía su actitud, hechos estos últimos que ya ocurrieron en la calle, fuera del ambulatorio. Finalmente pudo ser reducido entre varios policías sin que se registrasen heridos, tras lo cual se procedió a su arresto. Una médica valoró al joven allí mismo en un coche patrulla y, aunque ya estaba un poco más tranquilo, la facultativa determinó que había sufrido un brote psicótico agudo, por lo que fue trasladado, con custodia policial, al Hospital Álvaro Cunqueiro de la ciudad olívica.

Sucedió entre las siete y media y las ocho de la tarde. El joven llegó en coche hasta la calle Ponteareas y, tras estacionarlo frente a las instalaciones sanitarias y dejarlo "con la puerta abierta", accedió al PAC, donde se atienden las urgencias. La situación era tranquila en ese momento, ya que el único paciente estaba siendo atendido en la consulta por una médica. Los dos trabajadores con los que se topó el individuo en la entrada fueron un celador y el telefonista. "Entró, se acercó y preguntó por una persona, un médico, dando nombre y apellidos", contó el telefonista. Al decirle que los datos que facilitaba no correspondían con nadie que estuviese allí se puso "histérico".

El joven sacó un cuchillo de cocina y empezó a proferir también amenazas verbales. Al celador le puso el arma en el pecho. "Llegó a tocarme con el cuchillo, fueron momentos de mucho miedo", contaba horas después aún nervioso este trabajador sanitario, que cree que el joven preguntaba "por su padre". "Decía que si no lo encontraba iba a venir con una pistola y nos mataba a todos", indica. El telefonista también recuerda "la tensión" que pasó cuando vio como el joven intimidaba con el arma a su compañero. "Estaba fuera de sí, no sabías como iba a reaccionar", concreta al respecto. En su caso, el hombre le puso el cuchillo "en la mesa" mientras "chillaba".

Un enfermero que escuchó el alboroto y observó que la situación se complicaba alertó a la Policía Nacional. Lo mismo hizo la médica que estaba consultando allí en eses momentos -la otra había salido a un servicio en el exterior-. "Los agentes llegaron de inmediato, al minuto, debía de haber alguna patrulla cerca", cuentan. Precisamente, cuando se personaron los policías el individuo abandonaba las instalaciones sanitarias con el cuchillo en la mano, llegando a cruzarse con una mujer que accedía en esos momentos.

Testigos

Testigos relatan que escucharon como los agentes gritaban al joven en plena calle que "tirase el cuchillo". Desde el interior del servicio de Urgencias escucharon "dos disparos" intimidatorios. Los tiros también se oyeron en un bar cercano. "Vimos a un policía apuntándole, fueron bastantes los que después lo redujeron", afirma un joven, que concretó además que a la zona acudieron varios coches patrulla.

El detenido fue valorado allí mismo por una médica, debido al estado de agitación que presentaba, y tras determinarse que aparentemente estaba bajo los efectos de un episodio psicótico, fue trasladado, con custodia policial, hasta el Álvaro Cunqueiro. Al parecer, tiene antecedentes de enfermedad psiquiátrica, aunque en la actualidad no estaba a tratamiento. En la zona se comentaba que el joven ya había estado esa tarde en algún otro centro de salud, si bien no hay confirmación oficial al respecto. "Estamos acostumbrados a situaciones tensas, con amenazas, pero nada como lo de hoy [por ayer]", comentaban en Urgencias.