Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a un vecino del lugar de A Pedreira, en Soutomaior, de 34 años de edad, José Antonio Lusquiños Bustelo, por la muerte a cuchilladas de su expareja, Concepción Reguera Peón, más conocida como "Conchi". Tras el crimen habría huido en el coche de la víctima a casa de sus padres, donde fue arrestado. Se trata de la quinta mujer víctima de un crimen machista en lo que va de año en Galicia. Una cifra que se eleva a 39 mujeres a nivel nacional, con el asesinato también ayer de una mujer de nacionalidad finlandesa de 36 años por el que ha sido detenido su marido.

El crimen de Pontesampaio se produjo de madrugada en plena calle, en la travesía da Ponte, en el Concello de Pontevedra, a la altura del número 4. El ataque mortal tuvo lugar a apenas cincuenta metros del inmueble en el que residía la víctima con su hermano.

La Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, llegó al lugar tras recibir la alerta de un vecino que presenció parte de los hechos. Este testimonio fue clave, puesto que aportó datos sobre la matrícula del vehículo en el que había huido el agresor, un Peugeot a nombre de la madre de la víctima. El coche fue recuperado ya por la mañana en el lugar de Vilar, en Pontesampaio, y tras una minuciosa inspección ocular por parte de la Policía Científica fue entregado a la familia de la fallecida.

Los agentes de la Comisaría trataban ayer de atar los flecos pendientes con respecto a cómo sucedió este nuevo crimen de violencia machista tomando declaración a diferentes testigos. Algunas versiones facilitadas por los vecinos apuntan que el habría estado esperando la llegada de Conchi. Cuando ésta llegó en el coche de su madre, supuestamente la acometió y le asestó varias puñaladas, dejándola herida de muerte tendida sobre el asfalto.

Los gritos de la mujer alertaron a este vecino que vio huir del lugar al sospechoso en el mismo coche en el que acababa de llegar la víctima. Un turismo que está a nombre de la madre de Concepción Reguera. Este mismo testigo habría sido uno de los primeros vecinos en auxiliar a la mujer cuando todavía estaba viva. No obstante, pese a los esfuerzos realizados por los servicios de emergencia, resultó imposible evitar el fallecimiento de Conchi Reguera, cuyo cadáver, según la delegación del Gobierno en Galicia, "presentaba lesiones de arma blanca". Cuando la Policía Nacional se personó en el lugar del suceso, ya había fallecido.

Casi de inmediato, se puso en marcha un dispositivo para localizar al presunto autor del crimen así como el vehículo en el que había huido. La Policía Nacional solicitó la colaboración de la Policía Local y de la Guardia Civil y el cerco sobre el principal sospechoso se cerró sobre las diez de la mañana cuando José Antonio Lusquiños Bustelo, conocido como "Coco", fue detenido en la vivienda de su familia en Soutomaior. Esta persona había mantenido una relación sentimental con la fallecida y los vecinos indican que quizá no fue capaz de aceptar la ruptura con su ya expareja.

José Antonio Lusquiños fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Soutomaior en donde se tramitaron las primeras diligencias y posteriormente agentes del Instituto Armado lo entregaron a la Policía Nacional para tomarle una primera declaración policial en la Comisaría.

Sin denuncias previas

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirmaron ayer que no existían denuncias previas por malos tratos por parte de la víctima contra el sospechoso. El Juzgado de Instrucción 2 de la capital de la provincia, en funciones de guardia, se ha hecho cargo de la investigación. El juez se personó en la escena del crimen poco tiempo después de que se produjeran los hechos y tras coordinar la inspección ocular de toda la zona ordenó el levantamiento del cadáver. Está previsto que el principal sospechoso de la muerte de Concepción Reguera sea puesto a disposición judicial a lo largo de la mañana de hoy o, si no se finalizan las diligencias que la Policía Nacional lleva a cabo, comparecerá en la jornada del lunes. Por parte del Ministerio Público también ha asumido el caso Marta Durántez, una de las fiscales especializadas en violencia de género.

Las primeras condenas pro el suceso no tardaron en llegar. El alcalde de Pontevedra, Anxo Fernández Lores, llama a terminar con una cultura en la que impera el machismo. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, expresó también su "más enérgica repulsa" por esta muerte.

Existe un teléfono gratuito, anónimo y que no deja rastro en la factura a disposición de las víctimas de violencia de género, el 016.