Penas que suman 18 años y 7 meses de prisión e indemnizaciones por un valor total de 51.000 euros. Esta es la condena impuesta por la Audiencia de A Coruña al vigués Óscar R.R., de 37 años de edad y considerado cabecilla de la peligrosa "banda del gas" desarticulada en enero de 2013 tras "volar" un cajero en una sucursal bancaria de Porriño. Tres de sus compinches que compartieron banquillo con él aceptaron 6 meses de prisión como autores de la explosión de aquel cajero, pero Óscar -que aunque actuaba encapuchado y con guantes dejó pruebas de su ADN en la mayoría de los asaltos que se le atribuyen- negó su participación, se declaró jugador y drogadicto y optó por ir a juicio.

En el asalto a una entidad bancaria en la localidad coruñesa de Sigüeiro el 7 de enero de 2011, se olvidó la chaqueta del chándal en el local desde el que con otros compinches que no han sido identificados hicieron un butrón para acceder a la oficina bancaria. En el interior esperaron, amenazaron a punta de pistola y maniataron a los empleados llevándose un botín de 41.000 euros. El tribunal le impone 4 años y 5 meses de prisión por el delito de robo con violencia. Por el delito de lesiones a uno de los empleados y el uso de disfraz suma otros dos años más.

Seis meses después, en el asalto a un chalé de Nigrán acompañado por otras personas que tampoco han sido identificadas, sintió sed y cogió una cerveza en la nevera. En la lata y el vaso de cristal que utilizó se encontraron también sus restos biológicos. El ADN le delató. Los encapuchados accedieron a la vivienda y despertaron pistola en mano a la propietaria, la intimidaron, la amenazaron de muerte a ella y a sus hijos aunque no estaban en casa, exigieron las joyas, que les abriera la caja fuerte, dañaron los vehículos del garaje y finalmente abandonaron a la víctima maniatada. Así pasó toda la noche hasta que a la mañana siguiente la encontró la asistenta. La Audiencia de A Coruña le condena por el delito de robo con violencia en casa habitada, uso de armas y las agravantes de reincidencia y disfraz a 5 años de prisión. Por la detención ilegal de la víctima le imponen otros 5 años y un mes de cárcel, mientras que por los daños causados se fijan 18 meses multa con 10 euros de cuota diaria.

Finalmente, la sala le condena a un año de prisión por intento de robo con fuerza, ya que aunque volaron con gas el cajero de la entidad bancaria de Porriño no se llevaron dinero porque saltó la alarma, y a otro año por un delito de tenencia ilícita de armas, pues en los registros domiciliarios se le intervino una escopeta de cañones recortados y munición.

Óscar R.R., con numerosos antecedentes, tiene pendientes otros juicios por asaltos con gas a cajeros, e incluso se le vincula con otros casos similares en Portugal. Su mala suerte le ha acompañado en otros momentos, pues llegó a perder las llaves del coche de fuga en otro atraco bancario en Madrid, ciudad en la que se le atribuyeronn otros cuatro atracos en 2004.