Un joven que ejercía de monitor de hockey en un colegio de A Coruña se declaró ayer culpable de un delito continuado de exhibicionismo y de otro de provocación sexual, por los que aceptó ser condenado a pagar una multa de 3.600 euros. En julio de 2011, cuando el procesado tenía 28 años, aprovechó que los campamentos de verano del centro, de los que era monitor deportivo, coincidieron con un campus de hockey sobre patines para entablar relación con sus víctimas, que tenían alrededor de 13 años. El condenado reconoció que, tras ganarse la confianza de las participantes en el campus, comenzó a enviarles mensajes a sus teléfonos móviles "dirigidos a la incitación sexual". En concreto, a una de las niñas le mandó unos 25 mensajes en los que le preguntaba si había mantenido relaciones sexuales y si le gustaría mantenerlas. A otra de las afectadas le pidió que lo agregase como amigo en Facebook, a través de donde le pidió "insistentemente" que se acostase con él y le solicitó "en múltiples ocasiones" que conectase la webcam al ordenador y le remitiese fotografías. En cuanto la niña, de 13 años, accedió a activar la cámara, recibió una foto del procesado desnudo.

El monitor admitió ante el juez que creó un perfil falso en la red social Tuenti, cuyos usuarios suelen ser adolescentes, "con la intencionalidad de entablar contactos con menores de edad". El joven buscaba en internet perfiles de adolescentes, a las que intentaba convencer de que lo aceptaran como amigo haciéndoles creer que iba al mismo colegio o instituto que ellas, que compartían alguna afición o que tenían gustos comunes con la finalidad "de obtener un posterior encuentro sexual", según destaca el titular de Penal 2 en la sentencia.

En enero de 2012 contactó con una adolescente de 13 años, a quien le dijo que la había visto en el colegio. El condenado fingió conocerla y la convenció de que tenían amigos comunes. Así, consiguió que le facilitase su número de teléfono y le envió mensajes de whatsapp en los que le pedía mantener relaciones sexuales. Además, le mandó una fotografía de un torso desnudo, un abdomen y unos genitales. A través de Tuenti contactó con una amiga de la víctima de 11 años y le realizó preguntas de contenido sexual.

El imputado llegó a vigilarlas cuando la tarde del 28 de enero de 2012 se encontraban en la plaza de Vigo. Ese día les envió la dirección de un piso para mantener relaciones."Las niñas acudieron al inmueble, si bien el encuentro sexual no llegó a producirse debido a que se asustaron y decidieron escapar", destaca el juez en el fallo.