La unidad antidisturbios de la Guardia Civil, con apoyo de patrullas de la comarca de O Morrazo, se movilizó ayer en Cangas con decenas de agentes encargados de neutralizar a los agresores, que emplearon barras de hierro de las estructuras de los puestos ambulantes. Los dos heridos más graves fueron trasladados a hospitales de Vigo y cuatro más leves, atendidos en el centro de salud de Cangas. La Benemérita se encargó de escoltar a los comerciantes a su destino en otros municipios, donde anoche reinaba una tensa calma.

La reapertura del conflicto entre los grupos del pueblo gitano ha obligado a que Concellos y Guardia Civil adopten las primeras decisiones para evitar nuevos episodios de violencia. Desde ayer tarde patrullas de la Benemérita patrullan y se dejan ver por las zonas en las que viven las familias de ambos clanes, sobre todo en la zona de O Porriño y Baixo Miño.

Esa vigilancia estará también presente en los próximos mercadillos ambulantes, comenzando por los de hoy en Moaña y Ponteareas y el del próximo martes en Porriño. En el caso de A Guarda se optó directamente por la suspensión de la jornada de venta puesto que ayer en Cangas ya se escuchaban por lo bajo comentarios de lo que podría pasar hoy en la villa guardesa. "Ante os graves incidentes de Cangas se decidiu suspender o mercado ata novo aviso por razóns de seguridade", reza la resolución del Concello de A Guarda.