La Fiscalía solicitaba inicialmente 11 años de cárcel, pero un acuerdo de conformidad rebajó notablemente la petición. La acusada de la explosión con dos cócteles molotov en la puerta de acceso al Club Financiero de Vigo, Carmen O.M., de 37 años, aceptó ayer dos años de prisión y eludirá el ingreso en el penal condicionado a que no vuelva a delinquir en cinco años y a que abone 2.687 euros de indemnización en plazos mensuales de 50. "Estoy totalmente de acuerdo", afirmó ante el tribunal sobre los términos de la condena. Aunque la acusación inicial era de un delito de fabricación de sustancias incendiarias y de otro de daños, sólo se sentenció a la mujer, natural de Bueu aunque vecina de la ciudad olívica, por este último, aplicándosele el actual Código Penal al ser más beneficioso. La condenada, que pese a la conformidad mostrada en sala negó después ante los periodistas la autoría del ataque asegurando que únicamente escribió la posterior carta de reivindicación, agradeció al Club Financiero su comprensión: de hecho, el que era director de la entidad cuando fueron los hechos, Jesús Bahíllo, que estaba citado como testigo y que conversó con la acusada y su padre, afirmó en los pasillos de los juzgados que la pena que se pedía inicialmente era excesiva y que las grabaciones de las cámaras de seguridad mostraban que no fue ella quien arrojó los cócteles.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 17 de septiembre de 2012, un días después de la detención de cuatro miembros de Resistencia Galega. La acción, sin embargo y según relata la fiscal, fue reivindicada por Carmen O.M. en nombre de ADAI (Acción Directa Anticapitalista Internacionalista). La mujer creó días después un perfil en Facebook con el nombre "Irreduktibles de Adai", "haciendo un discurso de tono anticapitalista, contrario al sistema bancario y democrático" y, "como interlocutora" de ADAI, estaba el perfil "Trianamaria Hachiko". En un registro casi un año y medio después en su casa se halló un texto de reivindicación. Aunque inicialmente se la acusaba de elaborar los artefactos con botellas rellenas de un líquido compuesto por gasolina e isoparafinas, no se la condenó por este delito. La sentencia ya es firme.
