La Policía Judicial portuguesa encontró un centro de estética y una peluquería en las direcciones de dos de las empresas lusas investigadas en relación con la trama de fraude fiscal en la que está acusado un empresario vigués pionero en el ámbito de la telefonía móvil.

Este hombre y otro imputado están acusados de defraudar a Hacienda más de 8 millones de euros mediante una estafa tipo "carrusel" en la que se aparentaba supuestamente la venta de productos informáticos a firmas lusas. La Fiscalía sostiene que gran parte de estas empresas en realidad no tenían actividad. La defensa sostiene que sí existían, pero que cuando se fue a inspeccionarlas ya habían transcurrido más de tres años.