Los tres acusados de haber introducido un alijo de 392 kilos de cocaína en vasijas de barro a través del puerto de Vigo han confesado su culpabilidad en una vista celebrada en la Sección Quinta de Vigo. La asunción del delito supone la aceptación de penas de 4 años y medio de prisión. El arousano José Riveiro Romero, de 63 años; el colombiano Juan Ramón Sánchez Negrete, de 48 años y José Valentino González, de 50 años, han admitido que prepararon en 2007 el transporte del alijo desde Colombia a Vigo.

El modus operandi de los tres condenados arrancaría cuando Riveiro Romero habría puesto su empresa a disposición de una falsa importación de objetos de artesanía. Mientras, Sánchez Negreo y Valentino Gonzáles negociaban con los suministradores el envío desde el país de origen a través de una supuesta operación de comercio internacional. La cocaína que conformaba el alijo, oculta en forma de macetas de barro, fue descubierta en un contenedor en Colombia.

El fiscal rebajó durante el juicio las penas que solicitaba casi a la mitad después de aplicarle a los tres imputados las atenuantes de dilaciones indebidas por los casi ocho años que ha tardado en celebrar el juicio y también la de la confesión al haberse declarado culpables.

Los hechos, según relata la Fiscalía, se remontan a 2007, cuando los acusados se "concertaron" para traer desde Colombia en un contenedor de mercancía un alijo de cocaína que iba a ser introducido por el puerto de Vigo. Todo ello "aprovechándose de una infraestructura empresarial y simulando una operación de comercio internacional de mercancías", concretamente de exportación de artesanía. El colombiano y el vecino de Cáceres se encargaron supuestamente de contactar con la red colombiana suministradora de la droga; el arousano, mientras tanto, habría aportado su empresa de exportación e importación para posibilitar la entrada de la droga en España "oculta entre mercancía lícita".

El estupefaciente venía camuflado en macetas de barro. Pero en un control del contenedor por parte de la policía colombiana en el puerto de Cartagena de Indias se constató que en algunas de esas 1.824 piezas de artesanía había 392 kilos de cocaína. De esta cantidad se pudo extraer casi 9 kilos de esa droga reducida a pureza, valorada en más de 410.000 euros. El fiscal acusa de delito de tráfico de drogas agravado por ser cantidad de notoria importancia y por simularse una operación de comercio internacional entre empresas.