El accidente de Carral es el más grave que se produce en el automovilismo en España y releva en esta macabra clasificación al producido en Montjuic (Barcelona) en 1975. En aquel entonces, durante una carrera de Fórmula 1, el alerón trasero de uno de los pilotos se rompió y arrolló a varios espectadores, que se encontraban en las gradas, causándole la muerte a cinco personas.