Centenares de familiares, amigos y vecinos de la localidad coruñesa de Carral han dado esta tarde su último adiós a la pequeña Uxía, de 10 años, la séptima víctima mortal del accidente en el Rally de A Coruña.

Uxía sobrevivió al siniestro el pasado sábado pero no logró superar la gravedad de las lesiones que le causó el impacto del coche participante en la carrera, y murió un día después.

Esta tarde se ha celebrado el funeral en su memoria en la iglesia de San Esteban de Paleo, en cuyas inmediaciones ocurrió el accidente que le arrebató la vida.

El cuerpo de la pequeña fue velado en el tanatorio del municipio, al que se ha desplazado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para dar su pésame a la familia, informan a Efe fuentes de la Policía local.

La comitiva fúnebre ha pasado cerca del lugar del siniestro y ha dejado atrás un cruceiro rodeado de bancos con flores a sus pies.

En torno a cuatrocientas personas, según las mismas fuentes, han querido arropar a la familia de Uxía en estos momentos tan difíciles con su presencia en la iglesia, donde los presentes no han podido evitar recordar el siniestro antes de despedirse de la niña en un emotivo funeral.

Las otras seis víctimas mortales de esta tragedia fueron enterradas ayer en Cambre y en Carral. Una veintena de personas fueron arrolladas en el rally y cuatro de los dieciséis heridos ingresados tras el siniestro continúan hospitalizados.